jueves, 31 de mayo de 2012

El Camino



Estás solo en el camino
hablas en el camino
silencio tienes en el camino
gritas buscando un sonido
y el eco del silencio retumba en el oído
nadie te escucha en el camino
continúa el silencio en el camino
y el camino continúa
aguanta en el camino
camina en el camino
corre en el camino
sal del camino
pero no lo pierdas de vista
porque es tu camino
no te pares en el camino
porque cuando pares
habrás llegado al final del camino


miércoles, 30 de mayo de 2012

Orgullo pasado


Cuando uno viaja por el Llano de La Calahorra (Granada) una de las cosas que más destaca en el paisaje del lugar son los aerogeneradores y las plantas solares que existen en la zona, un pago visual enorme que tenemos que pagar por nuestra dependencia a la energía. Pero no es de ellos de lo que hablo, si miramos al otro lado, a los pies de Sierra Nevada, emerge un monumento de color en mitad de los campos de cereal, un monumento al orgullo de un pueblo dedicado a extraer de la tierra piedras rojizas de las que obtener Hierro. Un monumento dedicado a aquellos hombres que dedicaron su tiempo a poner el nombre de un pequeño pueblo en los mapas del mundo. Un monumento al pueblo de Alquife.

Pero también es un monumento a la terquedad del ser humano, impetuoso y desafiante frente al medio natural que lo sustenta, que pretende extraer siempre el máximo beneficio tanto en recursos naturales como recursos humanos (a lo largo de la historia se ha comprobado que los grandes yacimientos minerales siempre coinciden en lugares deprimidos social y económicamente) llegando y sobrepasando los límites que el medio propone. Pero en ocasiones el medio natural muestra su fuerza de la manera más curiosa y el caso de este lugar lo es, ya que de tanto profundizar en la tierra llegaron al mundo de las aguas subterráneas, que ocuparon el lugar antes ocupado por la roca. Sin un tapón impermeable que contenga las aguas subteráneas, estas emergen a la superficie inundando toda la abertura de la explotación, convirtiéndola en un verdadero lago de varios cientos de metros de profundidad. Un caso muy similar al ocurrido a los enanos que vivían en las Minas de Moria, en cuya codicia y afán de profundizar más y más en la tierra despertaron al Balrog del primer señor oscuro y fueron destruídos (Aquellos que sigáis a JRR Tolkien sabréis de lo que hablo, al resto le sonará a chino ;-))

Los intentos de drenado de las aguas fracasaron en todos las ocasiones quedando ese mar interior como otro monumento.

El pueblo de Alquife muestra con orgullo esculturas e imágenes de un pasado mejor de un pasado que queda reflejado en el poblado minero de las Minas de Alquife. Un poblado creado por la compañía minera para albergar en su interior a sus trabajadores y familias con todos los "lujos" posibles para que el trabajador se sintiese contento. Hoy de eso quedan los recuerdos de los antiguos moradores, casas e instalaciones administrativas que se vienen abajo y mastodónticas estructuras de metal de color rojo que resistiéndose a ser derribados por el tiempo permanecen en pie haciendo recordar tiempos mejores para la zona.
Desde aquí mi homenaje a aquellas gentes con estas modestas imágenes que no pretenden más que mostrar algunas curiosidades actuales de los recintos.






lunes, 28 de mayo de 2012

El sueño de una tarde de primavera


Sí lo reconozco, soy un tipo raro, un tipo con unos sueños que poco tienen que ver con los de mucha gente, yo no aspiro a tener una casa inmensa o un coche con una potencia descomunal, ser muchimillonario tampoco entra en mis planes (bueno si cae, pues no sería mal recibido, jejeje) mis sueños son más de andar por casa tales como tomarme una buena taza de chocolate mientras veo llover o pasear tranquilamente por una playa desierta, caminar por el bosque en silencio mientras el sonido de las hojas y los pájaros me envuelve, disfrutar de una buena compañía o una buena barbacoa; cositas simples que me dan esa chispa de felicidad que necesito.

Este lugar es fantástico si las condiciones son las adecuadas
Uno de mis sueños es fotografiar una buena tormenta y a ser posible cazarla en campo abierto o en el mar. Lo ideal sería ir al centro de los Estados Unidos de América para disfrutar de una buena caza y tormentas severas de dimensiones descomunales, pero como no puede ser por el momento, hay que buscar lugares alternativos donde poder conseguir plasmar esa idea. Uno de esos lugares es el Llano de La Calahorra y Hoya de Guadix, una llanura inmensa entre altas montañas donde si las condiciones son las adecuadas, pueden contemplarse estupendas tormentas. Y eso es lo que nos ocurrió hace una semana.
Una QDD simple a una zona ya de por sí bonita se convertiría en una tarde de nervios y emoción, por l omenos por mi parte, no se si mis compañeros opinarán lo mismo, sobretodo mi prima ;-). Durante todo el día el cielo se mostró espectacular, con nubes de las que ellas solas ya constituyen imagen. Chaparrón va y chaparrón viene, pequeñas tormentas dejaban agua en el llano y las últimas nieves en las montañas. Esos chaparrones decidirían que los planes iniciales de pasear tranquilamente por la ciudad de Guadix no pudiese llevarse a cabo, pero nos recompensó a la vuelta a casa con una gran tormenta que avanzaba hacia la zona de Alquife y La Calahorra. La tormenta traía aparato eléctrico en su seno, pero desde donde nos encontrábamos al inicio de la tarde no podíamos ver los rayos con nitidez y de forma limpia, de manera que decidimos ir a algún lugar más amplio donde la visión no fuese interrumpida y el lugar debía ser la zona antes mencionada. Viendo que dejábamos atrás la tormenta y que no se veían más rayos decidimos ya volver, pero nos paramos frente a los escombros de las Minas de Alquife en los campos de cereal del Llano, para hacer unas fotos de los campos aprovechando así las nubes y ese cielo tan espectacular. Y estando allí la tormenta nos alcanzó dando un juego de luces al campo increíble.
Como la cosa se ponía fea decidimos salir por patas, pero me quedo con esa sensación de haber podido hacer una, creo yo, buena foto de un campo con tormenta, haber cumplido un pequeño sueño y pasar un momento de felicidad en buena compañía. Me sentí como un Cazatormentas en plena caza de tornados, salvando las distancias, jajaja. Pero en ocasiones no hay que ir tan lejos para obtener resultados espectaculares.




En plena faena cual cazatormentas

No todo es grandes espacios y paisajes, a veces hay que mirar más abajo también

miércoles, 23 de mayo de 2012

Esos Cielos


Ese elemento fotográfico admirado y odiado que puede hacer que dejes de querer poner los pies en el suelo para lanzarte a volar. Ese elemento multicolor dependiendo de la luz. Ese elemento revitalizador de una imagen que también puede no aportar nada. Ese elemento que puede hacer que un madrugón merezca la pena o se quede en una queja en el viento.
Este fin de semana pasado el cielo tenía un regalo, un espectáculo visual en visión panorámica favorecido por encontrarnos en los espacios abiertos de la Hoya de Guadix. En estos casos me da exactamente lo mismo que es lo que hay debajo de ese cielo, sólo me interesa retratar ese cielo, esas nubes voluminosas blancas y oscuras, bellas y turbadoras que despiertan los sentidos.
Esta magnífica formación nubosa la encontramos en la ciudad de Guadix y el formato panorámico engrandece si cabe la espectacularidad del cielo. Tras nosotros otras nubes descargaban nieve en la Sierra Nevada granadina. Magnífico momento el vivido en ese mirador de Guadix.

Panorámica de 3 imágenes

viernes, 18 de mayo de 2012

La puñeta de la panorámica

El mundo del monitor no está hecho para visionar las panorámicas, una lástima pues una disciplina que me gusta. No encuentro un sitio donde se vean como es debido si no es impresa en un papel, claro está que para eso se hacen, no? jaaja
En esta ocasión volvemos al Torcal de Antequera y muestro una panorámica de tan magnífico lugar, creo que se puede ver y sentir incluso lo especial que es este sitio.
A ver si lo podéis ver como es debido ;-)


martes, 15 de mayo de 2012

Decepción


Hay veces en las que te llevas una decepción en la vida. Te la llevas porque tenías unas expectativas, te hiciste una idea demasiado buena sobre alguna persona, cosa, situación o lugar. Pes así me sentí cuando visité recientemente las instalaciones de las Minas de Rodalquilar.
No se el motivo, pero esperaba más de este sitio, mucho más. Quizá porque venía con una idea preconcebida del sitio habiendo visto fotos e imágenes varias que me habían gustado. Pero fue llegar allí y me llevé una buena desilusión, las instalaciones son más pequeñas de lo que creía y por lo tanto no hay demasiado a visitar, las balsas y las torres, no vi mucho más que me llamase la atención y mira que intente mirar por todos los lados, pero no había manera, no veía nada que me interesase.
Quizá fuera la meteorología y la hora o que yo no me encontrase muy inspirado, pero este es uno de esos casos en los que el sitio te supera en ese combate del que hablaba el otro día. Así que doy por perdido este asalto. Próximamente voy a visitarlas nuevamente, a ver si la cosa cambia y traigo mejores impresiones, pero no se, no creo, lástima.
Mira que no me inspira el lugar que me ha costado editar una imagen de las instalaciones, no sabía como editarla, si normal, blanco y negro o en algún tono vintage, he probado varias cosas y nada me convencía, al final me he decidido por esta edición algo extraña que da unos colores algo extraños que al final más me ha convencido para unas sensaciones extrañas ;-)
Espero os guste o me digáis que os parece.

viernes, 11 de mayo de 2012

Posibilidades mil en un solo asalto

A veces, veo la fotografía como un combate entre tu y el lugar que visitas o en el que estás. Hay veces que por la cisrcunstancia que sea eres tú el que no está a la altura: las dimensiones del lugar, el tiempo de visita, las procupaciones propias de tu día a día, etc pueden llevarte a ser derrotado por el paisaje, no has sabido sacarle el jugo. En otras ocasiones es el mismo paisaje el que no está por la labor y te vuelves también derrotado. Da igual, el paisaje siempre te va a intentar ganar de una manera u otra.
Hay veces en que consigues ganar algún asalto, las pocas. Lo mejor que me suele pasar es conseguir un empate técnico, jejeje. Cuantos más asaltos tengas con ese rival, más posibilidades tienes de ganar algún asalto, pero también corres el riesgo que la humillación siga creciendo (tengo algnos sitios que por mas que los veo no los consigo centrar en lo que quiero, una y otra vez el lugar me gana).


En este combate en el Torcal de Antequera sólo disponía de un asalto, fuese lo que fuese tenía que hacerse en unas pocas horas. Y no me lo iba a poner fácil el rival, elementos y más elementos que poder incluir en una fotografía te rodean, te abruman, te obligan a marearte dando vueltas sobre ti mismo. Además ese día decidió vestirse de gala para recibirme, humedad, frío y lluvia (me gusta me gusta me gusta). Así que enfundé a Sonya en su chubasquero y salté al ring decidido a llevarme el asalto.
Doy el combate por empatado, podría haber sido mejor, pero no fue nada malo ;-) Puede conseguir llevarme algunas instantáneas que bien retratan lo que es este lugar, un lugar fantástico y laberíntico en el que si no andas con cuidado puedes perderte tanto fotográfica como físicamente.



miércoles, 2 de mayo de 2012

Un nuevo amanecer

Suena el despertador, está oscuro, es antinatural, no tienes que ir a trabajar y sin embargo, haces el esfuerzo de levantarte ¿Para Que? Para ir a fotografiar una amanecer.
Menuda locura! requiere una disciplina que no requiere la fotografía de atardeceres, tienes que ir a la carrera, con el lugar elegido con tiempo (no se puede perder el tiempo buscando y andando lugares!!!!) y habiendo visto las previsiones sobre cobertura nubosa para prever si se va a tener un cielo interesante o no.
Cuando vas a fotografiar el atardecer, tienes "todo el tiempo del mundo" vas viendo el cielo y como evoluciona, ves si vas a tener nubes y puedes intuir como se van a poner, puedes buscar la localización con tiempo y más calmado, todo eso es una lotería en el amanecer, no ves las nubes en el cielo porque está oscuro todavía, tienes que ver las últimas imágenes del satélite para prever algo, y cuando estás allí no es nada como te lo imaginabas, el cielo es como muchas tardes pero con el problema del madrugón, bostezo va, bostezo viene, te despliegas en el campo de batalla y empiezas a tirar fotos casi sin pensar, porque no tienes tiempo,  y peor se pone el asunto si es la primera vez que estás en ese punto concreto, puf, que tensión para unos instantes que duran muy poco.
Pero tiene su recompensa, la luz es diferente al atardecer, me gusta. En este caso os muestro unas imágenes de mis dos últimos amaneceres en compañía de Jesús Ferrer Estrada un gran fotógrafo y persona. En el primero hubo más suerte con las nubes, en el segundo el cielo no tenía casi ninguna y la luz estaba tamizada por las brumas presentes en el horizonte. La última, como podéis ver en el cielo corresponde también al primer amanecer presenciado jugando con las rocas.