miércoles, 13 de marzo de 2013

Time...



Tiempo pasado, tiempo presente, tiempo futuro, yo os invoco en mi recuerdo, porque no se si me he rendido al presente para no tener futuro o ya me rendí en el pasado y ya no tengo presente. Tierra roja casi marciana me rodea, tierra roja descarnada y desolada por el Sol y los Vientos, tierra arada por aquellas gentes que vinieron en busca de un futuro porque su presente no podía ser como su pasado. Tierra solitaria coronada por cumbres oscuras, cumbres que en el pasado fueron infierno, que en el presente son atalaya del cielo. Paisaje inhóspito paisaje indómito, paisaje seco por el paso del tiempo. Ingrato lugar al que viniste a parar y en el que me fuiste a levantar. Monumento al tesón, monumento a las ganas de vivir.

Tiempos mejores he pasado, escuchando las risas de los niños jugando, tiempos de pena y soledad me sacuden ahora pues ya nadie me hace caso. A la sombra de un prestigioso vecino me encuentro, pagando cada día con ser ignorado mi arrogancia. Yo no quise que fuese así, no elegí ser levantado en este lugar, pero todo era normal hasta que sucedieron aquellos acontecimientos en aquel lugar. Un lugar más allá de este camino que pasa a mi lado sin parar. El tiempo pasa y la gente llega, pero aquí nadie se queda, porque van a visitar el lugar que un famoso poeta como inspiración para una obra decidió utilizar.

Maldita mi suerte en este presente, amaro futuro me aguarda sin duda. Porque nadie me protege ya, porque nadie de mi estado se preocupa ya, sólo decadencia me aguarda en este camino. Han caído ya las puertas, caen ahora parte de mis techos y sin lugar a dudas mis paredes caerán a la tierra de la que salieron olvidadas en un tiempo que ya será futuro.

A la sombra del famoso Cortijo del Fraile se encuentra este otro cortijo, en el mismo camino que lleva a su conocido vecino. Nadie se para, todos siguen. Pero yo me fijé, sí, me fijé. Y este día el tiempo acompañó.  Las nubes me darían el aspecto dramático que esta imagen necesitaba en mi mente. El formato panorámico para dar sensación de amplitud, como amplia es la zona en la que se asienta. Este es un pequeño homenaje a esos cortijos que pueblan Cabo de Gata y que abandonados a su suerte se encuentran en muchos casos a punto de caer, y caer en olvido, porque ya nadie se acuerda de su historia, del tiempo que en ellos se ha vivido.
Mudo testigo del paso del tiempo
Aquí sigo erguido
Cada día pierdo fuerzas
Pero aun así mantengo la esencia
El aroma de otro tiempo
El orgullo de otras gentes
Que buscando el futuro
Se labraron un presente


No hay comentarios:

Publicar un comentario