martes, 5 de febrero de 2013

Nací en el Mediterráneo...



Nací cerca del mar azul, nací a orillas del Mar Mediterráneo
crecí viendo tu tranquilo azul, tu hipnótico turquesa y tu bravas espumas blancas
he caminado mucho tiempo a tu vera, escuchando tu canción milenaria
he estado mucho tiempo observando mientras me embriagaba tu olor
he tragado tus aguas en más de una ocasión
Junto al mar he esperado encontrar respuestas
Junto al mar algunas han sido encontradas
Junto al mar infinito trato de capturar la luz
Junto al mar infinito intento capturar su belleza
Nací cerca del mar...

Desde que nos trasladamos de la bendita Isla de Menorca, no he podido encontrar un lugar igual. Aguas transparentes cerca de la costa, aguas de azul inmenso en la profundidad, rocas blancas haciendo de balcón a aquellos pinos que sin miedo ansían contemplar el mar. Pero este fin de semana lo he podido encontrar. Un lugar que me ha recordado antiguos lugares, mientras el ambiente se ve impregnado de ese olor tan mediterráneo a romero, lavanda y pino.
Un lugar, que si bien no es más que una pequeña extensión de costa, constituye un gran tractor de recuerdos.
Caminando a la sombra de los pinos mientras entre sus tortuosas ramas se contempla el mar, es un gran placer que recomiendo a cualquiera de la misma manera que recomiendo el lugar que me ha traído tan buenas sensaciones.
El susodicho lugar es el Paraje Natural de los Acantilados de Maro - Cerro Gordo, cerca de Nerja (Málaga). Un lugar muy interesante y excelente para realizar un paseo dominguero en un lugar estupendo. Pero de todo el entorno la zona más interesante para mi y que tan buenos recuerdos me trae es el entorno de Cerro Gordo, sus acantilados blancos en contraste con el azul del mar junto a los pinos asomándose en muchos casos al abismo, es una imagen que tengo muy en mente desde pequeño cuando visitaba las calas menorquinas.

Un estupendo lugar, un estupendo fin de semana...
...un día junto al  azul Mediterráneo


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