Me acostumbré al sonido de tu voz
Me acostumbré al sonido de tu risa
De la misma manera que ahora
Me acostumbro al sonido del silencio
Me acostumbro al sonido del recuerdo
Dulce sirena que encontré
Dulce sirena, no olvido
Nadas en el mar del recuerdo
Un mar batido por las olas del tiempo
Las olas llegan altas para borrar la huella
Y sin embargo sigue el rastro en la costa de la memoria
Algo que ya queda
Algo que no se borra
Escudriño la costa
Mirando el horizonte
Escuchando la voz en el mar
Oigo la risa en la brisa
Mi espera es vana
Pues ya sólo existes en la mente
Sirena que un día me abrazó
Al desastre me abocó
No tengo redes para apresarte
Mis manos no pueden retenerte
Nada, nada libremente
Yo no voy detenerte
No quiero pensar en pescarte
No tengo con que mantenerte
Pero pienso en tenerte
Y no tengo con que mantenerte
Cantos de sirena nada más
Cantos para encallar en las rocas
Cantos para recordar
Cantos son lo que queda ahora
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