martes, 5 de junio de 2012

Una tarde en el Parque Acuático


Aquella tarde de calor decidimos subir a conocer un nuevo lugar, un lugar que se va a convertir desde esa tarde en el mejor parque acuático que conozco.
Me habían hablado del lugar, había visto imágenes, pero como suele pasar se quedan cortas cuando estás allí y ves lo que hay realmente (aunque en ocasiones pasa lo contrario). El lugar bien merece pasar un buen rato perdido por sus rincones, porque ofrece una gran variedad: aguas bravas, remansos de paz, toboganes suaves y abruptos Kamikazes; vamos un parque acuático natural en toda regla donde puedes olvidarte del calor por un rato.
El agua es el protagonista indiscutible, el ha creado todo lo que allí contemplas, bien trabajando pacientemente la roca como dando soporte a la vegetación del lugar. De los sitios más verdes y frescos que he encontrado en la provincia de Almería, vamos, una gozada. En su continuo trabajo de desgaste, el agua a generado un cañón en la roca por el que transcurre entre saltos y pozas el río, sorteando y buscando nuevos caminos entre los inmensos bloques de piedra que se encuentran en el fondo y que evidentemente han caído desde la parte alta de las paredes que forman este paso.
Un verdadero regalo para los sentidos que sorprende encontrar en esta árida provincia. Estos Canales de Padules son un verdadero regalo de la Naturaleza que debemos disfrutar con precaución y con respeto al medio, ya que estos enclaves son bastante sensibles a los impactos.

ISO 100, 50mm, f 20, 1.6s, trípode y agua por las rodillas

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