El pasado domingo 13 decidimos salir un un grupo de amigos fotógrafos y yo a pasar el día por el Desierto de Tabernas, la verdad, es que venir el día anterior del frescor y la humedad que pude encontrar en la zona de Paterna del Río y meterte en este descarnado paraje requiere un esfuerzo mental considerable, porque aparentemente es difícil encontrar algo bonito que llevarte a los ojos, la luz es dura (más si cabe cuando vas a pasar las horas centrales del día) y el terreno es áspero y pedregoso, con poca cobertura vegetal. Vamos nada que ver con el hermoso castañar que visité el día anterior.
Pero así es Almería, rica en paisajes, en unos cuantos kilómetros de diferencia podemos pasar del los desagradecidos ocres desérticos a los bonitos verdes de los bosques de las sierras que rodean este Desierto.
Ese día tocaba empolvarse la cara y empaparse de lugares diferentes en buena compañía, descubriendo rincones de Espacio Natural en el que si se sabe buscar se pueden encontrar grandes tesoros visuales. Todo ello entre risas y algún que otro comentario técnico que te proporciona el ir bien acompañado.
Lo que más sorprende cuando te encuentras metido de lleno por las ramblas y llanuras del Desierto es la dimensión, te ves pequeño, te sientes pequeño, eres pequeño frente a las estructuras que conforman el lugar, como bien se puede observar en la imagen que sigue estas lineas.
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Las dimensiones sobrecogen |
Recorriendo, este Desierto descubrimos multitud de restos de antiguas obras cinematográficas, localizaciones de famosas películas. No es que recordemos cada plano de las innumerables pelis que se han rodado aquí, es que quedan para la posteridad restos del material utilizado, un árbol para ahorcar a los forajidos del Oeste, una cueva para enterrar a Jesucristo, tumbas olvidadas a los pies de una colina olvidadas bajo un sol de justicia o antiguos poblados mejicanos, entre otras cosas, pudimos ver durante nuestro recorrido. Muy interesante. Pero lo que más me llama la atención son siempre las líneas de este Desierto. Los estratos se han retorcido como el paso del tiempo geológico hasta conseguir ángulos increíbles y la erosión, ha dejado al descubierto los estratos más resistentes para deleite de aquel que quiera mirar. Son las líneas de la partitura de la sinfonía geológica las que puedes contemplar aquí.
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Las líneas del tiempo |
Caminamos por llanuras saladas, por barrancos y cañones que el agua ha esculpido durante años, los colores rojizos en vetas intercaladas con otras más claras y pulidas por el agua dan a los barrancos un aspecto increíble. Y llegó el momento en que me quedé ya en solitario, pues mis compañeros tenían que irse antes.
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El agua es un escultor lento pero incansable con una creatividad enorme, nunca encontrarás dos obras realizadas por el agua que sean iguales, y desnuda la roca en cada pasada.
Llegaba el momento en que el Sol ya se marchaba y no me encontraba cerca del lugar al que quería volver para tomar unas últimas imágenes, estaba enfrascado en como retratar de la mejor manera esas líneas. Así que hubo que hacer un poco de escalada para atajar e intentar llegar a tiempo al lugar deseado, que luego no digan que la fotografía es una afición tranquila y aburrida, anda que no hay que correr en ocasiones
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El trabajo del Agua |
Al final veía que no llegaba a la zona designada así que me propuse aprovechar lo que había donde me encontraba y con la luz que quedaba, pero como me pasa siempre con prisas, jejeje. Y decidí acabar la sesión porque el coche quedaba a una buen rato de caminar y no quería quedarme a oscuras totalmente teniendo que hacer todavía algo de "barranquismo".
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Ángulos increíbles |
Pero volviendo, vi este lugar y recordé que había visto, no hacía mucho una foto del mismo sitio, así que decidí aprovechar la luz del crepúsculo y llevarme una imagen para casa con la idea de volver en otra ocasión a ese mismo punto con algo más de tiempo.
Ciertamente fue una jornada muy completa y agradable y demuestra que en el desierto también se pueden encontrar imágenes interesantes.
Un saludo, hasta la próxima!